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11/06/2020
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El síndrome de la cabaña: cómo adaptarnos física y mentalmente a la ‘nueva normalidad’

Hay mucha gente que lleva más de dos meses sin pisar la calle. El miedo al contagio, a relacionarnos con otras personas, la ansiedad por volver a una llamada ‘nueva normalidad’ que no sabemos a ciencia cierta cómo será o el temor a realizar acciones cotidianas como coger el transporte público o ir al supermercado es un fenómeno que los psicólogos han denominado el síndrome de la cabaña. ¿Qué es y cómo podemos adaptarnos física y mentalmente a la ‘nueva normalidad’?

En psicología, el síndrome de la cabaña se ha estudiado en personas que han vivido durante un tiempo privadas de su libertad, como los presos en las cárceles o gente que ha tenido que pasar largas temporadas en un hospital. Ahora, este término se aplica también a las personas que hemos vivido aisladas en nuestras casas durante la pandemia del Covid-19. Las personas que lo padecen sienten estrés, ansiedad, nerviosismo o miedo ante la idea de volver a salir a la calle, y también mucha incertidumbre transformada en agonía ante lo que vendrá.

MEDITAR Y HACER DEPORTE SON ALGUNAS DE LAS CLAVES PARA VIVIR MEJOR EL PROCESO DE DESESCALADA.

Aunque nadie está exento de sufrirlo, el síndrome de la cabaña se da sobre todo en personas mayores, ya que han sido el grupo de mayor riesgo. Los niños, por su parte, también son otro de los colectivos que más están acusándolo. Pero tranquilidad: los expertos avisan de que no nos encontramos ante un patología como sí lo es la agorafobia (miedo a los espacios abiertos), sino ante un cuadro común que tiene como base la ansiedad.

Algunos trucos para la desescalada

La situación de confinamiento que hemos vivido ha sido insólita, por lo que es relativamente normal sentir vértigo ante lo que vendrá con el proceso de desescalada. Para hacer más llevadera esta situación, existen distintas fórmulas que puedes llevar a la práctica:

Prueba con técnicas de respiración y relajación

El Yoga también puede ayudarte con este propósito.

Aprovecha para hacer salidas a la calle de manera gradual

Intenta asociar las salidas con el ocio y el placer: camina por la zona de la ciudad que más te guste (siempre respetando el área en el que puedes moverte), siente el aire fresco y el sol en la cara, etc. Amplía esas salidas día a día hasta que te hayas acostumbrado a estar en la calle de nuevo sin miedo.

Cumple los protocolos de higiene y seguridad

Para minimizar la ansiedad, respeta los protocolos de seguridad estipulados: usa mascarilla y guantes, lávate bien las manos siempre al llegar a casa y cumple con el distanciamiento social. Todo esto te ayudará a sentirte más seguro en este proceso de desescalada.

Haz ejercicio físico

El deporte es una de las mejores medicinas para librarnos de todas estas sensaciones que nunca antes habíamos experimentado. Vuele a correr, sal a caminar, asiste a clases online o móntate en la bicicleta. Elige el deporte que más te guste y practícalo. Además, después de tanto tiempo sin movernos, nuestro cuerpo necesita salir de ese sedentarismo. Tus músculos, tus huesos y también tu mente te lo agradecerán, ya que además de quemar calorías y volver a ponerte en forma, a través del deporte podrás liberar mucha de la tensión que tienes acumulada tras tanto tiempo encerrado.